Hasta hace mucho tiempo, aprender a leer se identificaba aprender las primeras letras. Bien podía considerarse que saber leer era estar en capacidad de articular, producir o repetir una cadena de sonidos en el intento de descifrar un conjunto de letras.
(Una oración, una palabra, e incluso sílabas y hasta letras sueltas), independientemente del tiempo y el esfuerzo invertido en ello, de la simpleza del texto en cuestión y, sobre todo, de la capacidad de la persona para comprender cabalmente el sentido de ese acto de “lectura”
En esta simple imagen represento la celebre frase | "leer para crecer" |
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